sábado, 25 de octubre de 2014
Desde el triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, Cuba ha sido objeto de numerosos ataques terroristas, que junto con
el bloqueo económico, han tenido como fin desestabilizar el país y acabar con más de 50 años de historia de dignidad, soberanía y resistencia al imperialismo.
Como otros muchos aspectos de la historia reciente de Cuba, los ataques terroristas contra la isla, salvo contadas excepciones, han sido ocultados o manipulados por parte de la prensa y los gobiernos de la UE y EEUU. Sin embargo el paso del tiempo y la desclasificación de los archivos secretos de esos países han dejado en evidencia la autoría y fines políticos de esos ataques.
El 1 de Enero de 1959, en su primer discurso tras el triunfo revolucionario, Fidel Castro ya alertaba desde Santiago de Cuba de los peligros a los que tendría que hacer frente la Revolución especialmente durante sus primeros años:
“La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo en esta etapa inicial”
Aquí repasaremos y recordaremos algunos de los atentados más sonados a los que ha tenido que hacer frente la Revolución Cubana a lo largo de estos más de 50 años de revolución.
“Legión Anticomunista del Caribe”
Tras el triunfo de la Revolución, el dictador cubano Fulgencio Batista, huyo a República Dominicana junto a su familia y 100 millones de dólares expoliados de las arcas cubanas. En aquellos años la isla caribeña estaba gobernada por Rafael Trujillo, uno de los dictadores más sanguinarios que ha tenido América Latina, con más de 50.000 asesinatos a sus espaldas.
Tras la llegada de Batista a República Dominicana, Trujillo fundó la “Legión Anticomunista del Caribe” que tenía como fin la invasión de Cuba y el restablecimiento de un gobierno derechista títere de EEUU. La organización contaba con alrededor de 300 combatientes y estaba integrada por antiguos funcionarios de la dictadura de Batista que habían huido ante el triunfo revolucionario y por ciudadanos españoles y de otros países europeos, que tenían en común su ideología ultraderechista y anticomunista. Su base de operaciones se estableció en la Base Naval de Calderas, perteneciente al ejército dominicano.
En Agosto de 1959, la fuerza invasora partió hacia las costas cubanas del Escambray, donde aguardaban las tropas revolucionarias que ya esperaban el ataque y que consiguieron capturar a la totalidad de las tropas de la Legión.
Tras este primero fracaso, la CIA decidió alentar la división interna en la Isla armando a pequeños grupos rebeldes que se asentaron en la misma Sierra del Escambray, desde donde lanzaban ataques esporádicos contra intereses militares y económicos cubanos. El recién constituido Gobierno cubano, envío a las milicias obreras y campesinas a hacer frente a esta nueva amenaza. Estas milicias contaban con la ventaja de la experiencia guerrillera obtenida a lo largo de la larga guerra contra el ejército de Batista y en 1965 los últimos grupúsculos terroristas del Escambray fueron finalmente eliminados.
El 4 de Marzo de 1960, el carguero francés “La Coubre” que se encontraba atracado en el puerto de La Habana con un cargamento de armas procedentes de Amberes, sufrió un brutal atentado en el que murieron más de 100 personas y casi 250 resultaron heridas. El carguero francés explosionó mientras descargaba su mercancía.
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Estado del "La Coubre" tras el atentado |
El propio Che Guevara, según el mismo narró, se encontraba en una reunión en el edificio del Instituto Nacional de Reforma Agraria cuando escuchó la explosión y vio la columna de humo. Inmediatamente acudió al lugar donde estuvo prestando ayuda atendiendo a los heridos. Entonces, una segunda explosión volvió a sacudir el barco matando a muchas de las personas que se habían acercado a ayudar a las víctimas de la primera explosión. El Che vivió de cerca aquel atentado y describió las aterradoras imágenes que pudo presenciar tras la segunda explosión.
Según denunció el Gobierno Cubano y se confirmó años más tarde, el atentado estuvo orquestado por la CIA que pretendía reducir el abastecimiento de armamento al ejército cubano de cara a la futura invasión terrestre de Bahía de Cochinos. Este atentado estuvo enmarcado en la conocida como “Operación 40” destinada a derrocar los gobiernos latinoamericanos no afines a EEUU y en la que participaron entre otros, Felix Rodríguez (asesino del Che), Luis Posada Carriles y Orlando Bosh.
Durante los funerales por las víctimas de este ataque terrorista, el fotógrafo cubano Alberto Korda, sacó la famosa foto del Che que se convertiría en un icono años más tarde.
Sin embargo el ataque más grave y peligroso al que tuvo que hacer frente Cuba en aquellos primeros años, se produjo el 15 de Abril de 1961 en la costa de Bahía de Cochinos. En Marzo de 1960, el Presidente de Eisenhower ordenó a la CIA la creación de una organización paramilitar integrada por exiliados cubanos, con el fin de invadir la Isla y establecer una cabeza de puente para el desembarco de tropas norteamericanas y derrocar al Gobierno cubano. Los estrategas estadounidenses estaban convencidos de que se produciría una masiva rebelión entre el pueblo cubano que ayudaría a finalizar con éxito la misión. Minusvaloraron de este modo el profundo compromiso revolucionario adquirido por el pueblo cubano.
La organización la integraban principalmente antiguos funcionarios y militares del régimen de Batista y jóvenes católicos de clases acomodadas cubanas que veían en las políticas socialistas cubanas, una amenaza a sus intereses económicos y a su privilegiada posición social. Estos grupos fundaron el Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) que a los largo de las décadas siguientes sería una de las organizaciones responsables de numerosos asesinatos en la Isla.
Recibieron una pequeña formación inicial en EEUU y posteriormente fueron trasladados a Guatemala y a Panamá, donde recibieron instrucción militar. Los combatientes fueron agrupados en la denominada “Brigada 2056” y pertrechados con armamento norteamericano que incluía aviones de transporte C-46 y bombarderos B-26.
Tras el cambio en la administración estadounidense, John F. Kennedy heredó el plan de su antecesor y prosiguió adelante con los planes. La idea consistía en dar una apariencia legítima a la invasión dando la impresión que se trataba de una invasión ejecutada únicamente por exiliados cubanos que actuaban por su propia cuenta y riesgo. Ellos ocuparían una cabeza de puente en Playa Girón y al cabo de 3 días, una vez asegurada la zona, trasladarían al Gobierno en el exilio hasta allí para posteriormente solicitar ayuda formal a EEUU.
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Fidel Castro sobre un T-34 durante la batalla |
Los ataques aéreos comenzaron el 15 de Abril de 1961 y fueron realizados con aviones pintados con los emblemas de la aviación cubana para hacer creer al mundo que no se trataba de un ataque auspiciado desde el extranjero, sino de una sublevación de militares cubanos. Para ellos uno de los aviones rebeldes partió desde Nicaragua hacia EEUU para dar la impresión de que se trataba de un oficial que había desertado del ejército cubano y que aseguraba que se estaban produciendo deserciones en masa en los cuarteles cubanos.
Los bombardeos se centraron en destruir en tierra los aparatos de la aviación cubana para asegurar a la fuerza invasora un total control del espacio aéreo. Sin embargo los daños causados fueron menores de los esperado y los numerosos aviones cubanos quedaron intactos y en perfecto estado.
Los comandos encargados del asalto terrestre fueron transportados en la empresa norteamericana,
United Fruit Company, conocida por su implicación y financiación de numerosos golpes de estado en latinoamérica a lo largo del siglo XX.
Más de 1500 hombres integraban la fuerza invasora que partió de Nicaragua y desembarcó en Playa Girón el 17 de Abril de 1961. Al comienzo logran un rápido avance y penetran hasta 10km en territorio cubano, pero varios cazas de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias logran derribar 7 bombarderos B.26 que prestaban apoyo aéreo a los invasores y hunden dos buques enemigos cargados de armamento. Entre tanto las milicias cubanas resistieron el ataque hasta la llegada de los militares regulares que, dirigidos sobre el terreno por el propio Fidel Castro, consiguieron rodear a las fuerzas rebeldes.
En Washington la administración Kennedy debatía si enviar ayuda aérea norteamericana, pero ante la inminente derrota de la expedición invasora y para evitar quedar en evidencia ante el mundo, Kennedy rechaza enviar ayuda norteamericana directa y sentencia así el fracaso de la invasión.
La Brigada 2056 sufrió más de 100 bajas mortales entre sus filas y todos los sobrevivientes fueron capturados y encarcelados. Un año después fueron intercambiados con EEUU a cambio de 53 millones de dólares en alimentos, medicinas y tractores que ayudarían a sobrellevar mejor el bloqueo económico impuesto por EEUU.
Tras este ataque la Revolución salió fortalecida ante la opinión pública cubana que brindó su apoyo a las políticas socialistas impulsadas por Fidel Castro y su gobierno.
Nombre en clave de las operaciones programadas por la CIA para derrocar al gobierno cubano, incluía acciones militares y económicas para mermar la moral y el espíritu revolucionario de los habitantes de la isla y provocar una insurrección interna que derrocase a Castro. Una de sus principales medidas, el bloqueo económico, sigue aun hoy en pie y continúa suponiendo un caso flagrante de violación de los derechos humanos de los ciudadanos cubanos.
Oficialmente la Operación Mangosta se extendió por 14 meses durante los cuales se produjeron 716 sabotajes contra intereses económicos cubanos. Entre estas acciones se bombardearon con artefactos incendiarios y desde aviones marcados con emblemas cubanos, algunas cosechas cubanas de azúcar. Esta campaña hostil condujo a Cuba a aceptar la propuesta soviética de establecer bases de misiles en la isla. Una decisión que conduciría finalmente a la conocida Crisis de los Misiles.
El 13 de Septiembre de 1964, el carguero español, Sierra Aranzazu, se dirigía hacia Cuba con un cargamento de alimentos, telas y materiales agrícolas cuando fue atacado por dos lanchas del Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR). Los cañonazos y los disparos contra el barco destrozaron el puente y la chimenea del buque, provocando un incendio e hiriendo o matando a muchos de sus tripulantes.
Algunos marineros consiguieron arriar un bote salvavidas donde embarcaron los 20 tripulantes, algunos de los cuales morirían más tarde debido a sus graves heridas. Concretamente el capitán Pedro Ibargurengoitia, el segundo oficial, Francisco Javier Cabello y el tercer maquinista, José Vaquero.
Como siempre, los medios y gobiernos occidentales acusaron al gobierno cubano de ser el autor del ataque. Una teoría sin sentido alguno puesto que el carguero transportaba materias muy necesarias en Cuba que ya se encontraba bajo el bloqueo económico estadounidense.
Documentos desclasificados recientemente revelan que, tal y como aseguró Fidel Castro en su momento, el ataque había sido perpetrado por uno de los grupos paramilitares creados y financiados por la CIA, y dirigido por Manuel Artime.
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Noticia del ataque al Sierra Aranzazu |
El MRR reconoció su autoría pero se escudó en que había sido una equivocación al confundir el nombre del carguero español “Sierra Aranzazu” con el de su supuesto verdadero objetivo, el “Sierra Maestra”, buque insignia de la armada cubana. Una confusión a todas luces absurdas ya que el “Sierra Maestra” era un buque de guerra artillado y cinco veces más grande que el “Sierra Aranzazu”.
Además los norteamericanos sabían perfectamente que el buque cubano había atravesado el canal de Panamá una semana antes rumbo a china. Marineros del barco español aseguraron que un avión guardacostas de EEUU había sobrevolado el barco a baja altura y en varias ocasiones unas horas antes del ataque.
Un navío Holandés rescató a los náufragos del "Sierra Aranzazu" y el gobierno cubano se hizo cargo del barco y se lo devolvió a la naviera española. Además indemnizó con 60.000 pesetas a cada una de las familias de los marineros asesinados.
Todo indica que el ataque fue totalmente premeditado y su fin era infundir miedo a las navieras que todavía se atrevían a burlar el veto estadounidense al comercio con Cuba.
En 1971, agentes de la CIA introdujeron en Cuba la fiebre porcina africana con el fin de mermar la capacidad de autoabastecimiento alimenticio cubano, ya de por sí mermada por el bloqueo norteamericano. El ataque causó pérdidas millonarias y un impacto alimenticio incalculable.
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Medio millón de animales tuvieron que ser sacrificados |
El virus, nunca antes vista en Cuba ni en ningún país del hemisferio occidental, era capaz de matar en 72 horas a todos los cerdos infectados. Casi medio millón de animales tuvieron que ser sacrificados para evitar la propagación del virus. Un cable secreto fechado en Washington el 9 de enero de 1977 y citado por el diario Newsday de Nueva York, afirmaba textualmente que “agentes ligados a terroristas anticastristas introdujeron el virus de la fiebre porcina africana en Cuba en 1971”.
Entre el 1 de Junio y el 10 de Octubre de 1981, se notificaron en Cuba 344.000 casos de dengue, de los cuales más 30.000 eran casos de dengue hemorrágico. EEUU se negó a suministrar a Cuba el medicamento necesario para atajar la epidemia y el gobierno cubano tuvo que acudir a Europa y Japón para adquirirlo.
La investigación en torno a esta repentina epidemia concluyó que el virus había sido introducido deliberadamente por agentes de la CIA. Dos años antes, en el Congreso Internacional del Océano Pacífico, el Coronel del ejército nortemaericano, Phillis Rosell, informó:
“Especialistas norteamericanos en guerra biológica han sido los únicos en obtener una variedad de mosquito Aedes Aegypti sensiblemente asociada a la transmisión del virus 2”
Casualmente la misma variedad del virus que afectó a Cuba y que en ese momento no circulaba por ningún lugar del mundo. Además, Charles Henry Kalisher, se interesó en 1975 por la existencia de anticuerpos del virus 2 del dengue en la población cubana y comprobó la no existencia en la misma de dichos anticuerpos en, al menos, los 45 años anteriores al estudio.
En 1984, Eduardo Arozena, líder de la organización terrorista anticastrista con sede en Miami, Omega 7, confesó durante el juicio celebrado en su contra en EEUU por actos terroristas, haber introducido gérmenes en Cuba y que grupos anticastristas habían introducido el dengue hemorrágico en la isla.
Embajada de Cuba en Portugal
El 22 de Abril de 1976, un atentado con bomba en la embajada cubana en Portugal, acaba con la vida de los funcionarios cubanos Adriana Corcho y Efrén Monteagudo y deja heridas a otras 8 personas. El atentado se ejecutó en el marco de la Operación Gladio, un plan organizado por la CIA y el MI6 con el fin de hacer frente a una hipotética invasión soviética.
En las acciones terroristas y paramilitares llevadas a cabo durante esta operación, participó el terrorista contrarrevolucionario cubano, Luis Posada Carriles, que había entrado en la organización tras contactar en la Chile de Pinochet, con neofascistas italianos que se comprometieron a colaborar en las acciones terroristas contra la Revolución Cubana.
Oficinas de Cubana de Aviación
El 9 de abril de 1976, una bomba explota en el vehículo de transporte que cargaba los equipajes en un vuelo de Cubana de Aviación en Jamaica. El 10 de Julio de 1976, otra bomba estalla en las oficinas de la oficina de Cubana de Aviación en Barbados y el 18 de agosto de ese mismo año, una bomba explota en las oficinas de esta misma empresa en Panamá.
El 6 de Octubre de 1976, el vuelo 455 de Cubana de Aviación que volaba desde Guyana a La Habana con escala en Trinidad, Barbados y Jamaica, explotó en pleno vuelo a 18.000 pies de altura tras detonarse dos bombas escondidas en el avión.
Tras la primera explosión de una bomba en el baño trasero del avión, el piloto consiguió
comunicar por radio lo sucedido e intentó dirigir el avión al Aeropuerto de Seawell. Minutos después la segunda bomba explotó y el avión se precipitó definitivamente sobre el océano Atlántica. 73 personas murieron en aquel atentado terrorista
La policía de Trinidad arrestó a dos ciudadanos venezolanos que habían embarcado con destino a Cuba en ese vuelo pero que habían abandonado el avión en Barbados. Ambos reconocieron ser los responsables de la colocación de los artefactos e implicaron como ideólogos del atentado los agentes de la CIA, Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, Ambos con nacionalidad cubano-venezolana.
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Luis Posada Carriles junto a las Damas de Blanco |
Los dos ideólogos fueron detenidos pero el gobierno venezolano encargado de juzgarles, absolvió a Bosh y ayudó a escapar a Posada Carriles de la prisión en la que se encontraba recluido. En los años posteriores, Carriles, que tenía estrechos lazos con organizaciones neofascistas europeas y latinoamericanas, colaboró con el régimen de Pinochet en la represión de opositores y fue miembro de las fuerzas de seguridad venezolanas entre los años 1967 y 1974, donde numerosas personas detenidas bajo su mando aseguraron haber sido objeto de torturas. Además cometería más atentados terroristas contra Cuba.
La CIA, organización de la que ambos terroristas han sido agentes, era plenamente consciente de la autoría del atentado. En un documento desclasificado con fecha del 12 de Octubre de 1976, citaba una trascripción de una conversación de Posada Carriles en la que este afirmaba: “Vamos a golpear un avión de línea cubano. Orlando tiene los detalles”
Tanto Orlando Bosh como Posada Carriles viven apaciblemente en Miami, aclamados por el exilio cubano que aplaude sus acciones terroristas y protegidos por el gobierno de EEUU. Los congresistas cubano-americanos que hablan de que se incumplen los derechos humanos en Cuba, han sido los principales valedores de estos dos terroristas que han colaborado con algunas de las dictaduras más sangrientas de América Latina y atentaron contra un avión civil de pasajeros.
Atentados Hoteles de La Habana
En 1997, varios hoteles de La Habana sufren una serie de atentados con bomba en los que muere el ciudadano italiano, Fabio Di Celmo y sufren heridas varias personas. Varios autores materiales de los atentados son arrestados en las horas posteriores y señalan a Luis Posada Carriles como autor intelectual de los atentados.
Una semana después, en una entrevista en una televisión de Miami, Carriles reconoce ser el organizador de los atentados, a pesar de lo cual la justicia norteamericana no emprende acciones contra él. Al contrario, sigue brindándole protección frente a las peticiones de extradición por parte de Venezuela y Cuba por su implicación en el atentado de Cubana de Aviación.
En 2006 el FBI viajó a Cuba para “colaborar” con Cuba en la investigación de los atentados de La Habana. En documentos desclasificados reconocían que las evidencias encontradas apuntaban a Posada Carriles. Pero en esta ocasión, el gobierno de EEUU, tampoco actuó contra Carriles.
Este grupo paramilitar fue fundado en 1962 por Eloy Gutierrez Menoyo, excomandante del Segundo Frente Nacional del Escambray, y está integrado por cubanos residentes en Miami y contrarios a la revolución cubana.
Desde su creación, Alpha 66 ha llevado a cabo numerosos sabotajes y asesinatos contra dirigentes cubanos y partidarios de la revolución, tanto dentro como fuera de la isla. Tal y como ellos mismos reconocen, llevan a cabo:
“Operaciones clandestinas, sabotajes, huelgas, protestas en silencio (o no), que mantienen las prisiones llenas en todo tiempo”
Además, Andrés Nazario Sargén, uno de los dirigentes de esta organización manifestó:
“Nosotros no somos paramilitares, somos una fuerza política con un departamento militar”
Este grupo terrorista cuenta con respaldo legal en EEUU y en su origen fundacional contó con la colaboración económica y militar de la CIA. En los últimos tiempos, han recaído sobre ella varias acusaciones de haber realizado actividades relacionadas con el tráfico de drogas para obtener financiación. Realizan periódicamente ejercicios y entrenamientos en materia militar en un campo de entrenamiento que tienen en Miami con el beneplácito del gobierno norteamericano y que han bautizado como “Campamento Rumbo Sur”.
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Página web de Alpha 66 |
Según ellos mismos afirman, durante la década de los 60 llevaron a cabo, no menos de 50 acciones “comando” en territorio cubano, incendiando cosechas de azúcar y colocando artefactos explosivos en instalaciones de suministro eléctrico.
En 1976, varios oficiales de la policía de Miami testificaron que Alpha 66 tenía conexione terroristas internacionales y estaba implicada en numerosos atentados con bomba ocurridos en Miami durante la década de los 70 y que estaban dirigidos contra militantes y partidos considerados comunistas por esta organización.
Así como EEUU da apoyo legal, económico e institucional a esta organización, España ha permitido a esta organización terrorista la apertura de una sede legal en Madrid, violando el Derecho Internacional. Tanto EEUU como España califican a esta organización terrorista como “organización de derechos humanos”.
Desde 1959, el líder cubano ha sido objeto de 638 planes de asesinato y atentados a los que ha sobrevivido, entre los que se incluyen atentados con puros explosivos, pastillas envenenadas, bombas y hasta un traje de buceo forrado de esporas y bacterias. Quizás uno de los planes más descabellados de la CIA para acabar con el carisma de Fidel Castro, es el de inocularle un virus que le hiciese perder la barba que ha sido seña de identidad durante los más de 50 años de revolución.